jueves, 11 de septiembre de 2014

De Poetas y de Locos...

De poetas y de locos… Cualquiera que haya recibido alguna clase de lingüística general se dará cuenta de que no existen las “malas palabras”, dado que la lengua en su condición de ser un sistema convencional, adquiere la forma que la sociedad le entrega, estas “malas palabras”, también forman parte de la lengua y su apodo existe sólo en el imaginario BURGUÉS, adjetivo y título al que muy pocas personas en este continente (América) pueden llegar a obtener. Lo que sí es un hecho son las imágenes espantosas, construidas obviamente por palabras, en el caso de la poesía ¿Carne de cañón? Bueno, una imagen tosca y carente de poiesis. Esta figura “en su origen hace referencia a los soldados o tropa inconsideradamente expuesta a peligro de muerte” y sin duda, una expresión que en palabras de algún taxonomista de la lengua, es de carácter “vulgar”. La poesía aunque parezca algo banal tiene su encanto y dificultad, no cualquier persona puede escribirla, por muy esposo o esposa de algún poeta de renombre como Rigoberto Paredes. El punto es que últimamente se le ha dado el mote de poeta (palabra que no me gusta) a doña Anarella de Paredes, a quien saludo cordialmente, y quien por alguna razón se ha dado a la tarea de clasificar las palabras en malas y buenas, feas y bonitas, poéticas o no, quién sabe con qué autoridad. No conforme con eso ha cometido el grave delito de usar esta frase (Carne de cañon), sin justificación, en uno de sus “poemas” dedicado a una de sus "idolas". Ojalá y lo rectifique y que sus alumnas no vayan a cometer ese apedreamiento a la poesía. Postdata: El poema no lo pongo ya que sólo lo escuché en una noche de lecturas de la señora Anarella Vélez y no lo recuerdo completo. Atte. Magdiel Midence

No hay comentarios:

Publicar un comentario