domingo, 12 de septiembre de 2010

Probá con cianuro entonces

Es difícil con barbitúricos:
hoy no recuerdo lo de ayer
y oigo la canción que bailaba ella;
“pero que mal, fatal…”
la vida pasa factura
y no es justa…

“Esto es cosa de locos”

Cortate la garganta,
pero el amor no es sensato;
es difícil con barbitúricos.

Hoy nada es importante;
¡Por qué putas me lo reprochás!

Nadie lo supo
hasta que lo recogieron vacío;
ella es una teoría.

“Esto es cosa de locos…”



Hola Felipe

“Yo soy Felipe, no tengo alas, pero llevo una pluma en el zapato”
-Magdiel Midence-

¿Sabés?
No sé si hay marcha atrás,
somos demasiado distintos;
fracaso hasta con la vida;
hemos probado el sexo juntos
y nunca he podido darle un orgasmo.

Es mi único amor…
antenoche fui tras ella
y se me escondió…

Mi cama es una orgía de recuerdos;
Mañana, es lunes de nuevo.




Vayan y cuenten a todos; lo que ha sucedido


“Dylan es dios y dios no toca el puto piano…” -Joaquín Sabina-

Sé de una vez
y por todas
que el cielo es de los que lo arrebatan;
Dylan finge ser dios;
habemos pocos…

La existencia causa una hemorragia de poetas
en el culo de la estupidez…

Vení, chupala;
es buena para las muelas picadas,
mi dios hace tortillas,
con sus demonios…

Mi dios hace tortillas;
Y Dylan sólo tocó el piano esa vez;
Es que no es dios;
Habemos pocos…


Ser


Imaginense la trasgresión de universos;
Arroz chino en la freidera;
Muero de asco…

Y noten su destripado color de absurdidez,
Oblíguenlo a decirlo,
Soplen la puntita viril de su tinta;
Omitan su nombre
Y será peligro en sus ojos…

Jesús, mi hermano,
Excitado de ansiedad;
Sumergite en su dolor:
Un día serás como él;
Inalienable;
Sufrí de él (maldita sea)

¿Y? No jurés en vano; bajo su nombre.




Miedo

Siento miedo,
miedo,
a cosas olvidadas bajo los colchones;
inmundicia de la soledad,
miedo;
cadáver triste
de mis quehaceres;
paranoia mal viviente,
de fechas reconstruidas
a la hora de dormir.

Siento miedo,
miedo;
poesía engavetada
en los compartimentos de la vergüenza.

Miedo;
flores de metal
y fragancias mecánicas.

Judas, hizo el amor con mis verdugos…
Ahora; mi realidad es otra.



Buen día Querido Mundo

El violin de Itzhak Perlman,
el sabor a fruta fresca del rocío;
luego un poema de Sabines en mi garganta,,,

¿Para qué quiero a dios?
¿Para qué llorar por amor?

Si yo soy aquel
y tengo a quien…

ustedes;
hermanos míos
comprenderán mejor que yo
que hay que amar al prójimo
pero suele pasar que algunos
lo hacen de la manera más puntual,
y nos vamos en la corriente
del corriente sabor a carne.

“Caballitos de Anis”

Me pregunto quién es peor:
usted por ponerme atención o…
yo por ser tan cínico.



El suicidio del ángel Felipe


I
Niños mutilados
corren a mi alrededor;
mientras se apagan
los faros de la existencia

Tom Waits,
ruge en la mano del Poeta.

Alicia encadenada,
el aullido de Gingsberg;
he perdido mis vidas
jugando al amor…

He forzado en demasía
tu hemorragia de palabras;
me río de las putas tristes.



II
El ángel de la guarda;
No tiene alas,
Pero,
lleva una pluma en el zapato…

El cielo y la tierra sufren;
lloran de absurdidad
y estos cuerpos maltratados
se revientan;
flatulentos de miseria.

Me he rendido algunas veces,
se ha rendido,
Sin embargo estoy de pie;
esto duele.



III
Se siente el sabor en el aire;
aquí están tus manos de poeta;
marchitas…

Aquí está Alejandra,
viéndote huir;
Fuimos amantes en algún tiempo
-dice-
fuimos amantes…

Flores y muerte
les costuramos en la espalda,
maldita es;
Ezra, la vio alejarse.




IV

Mirá vos:
a que hora vengo
y te conozco.

No tengás miedo,
el tiempo no se puede detener…

ahora ya estoy hundido entre tus vísceras:
acariciándote;
no me preguntés el porqué
de mi fijación con tus pies…

Podría enamorarme de vos –en teoría jaja-:
soy un animal o un ser divino;
Felipe, mucho gusto…

Sí, si me gusta Caballitos de Anís






V
Nada más Real

Yo a diferencia tuya escribo
y convierto en redoble mi agonía,
yo a diferencia de ellos hago mi cuerpo
en un mar de carne pútrida;
a diferencia de ustedes
hablo en primera persona.

Sé que nada hay en mi cadáver
pero a diferencia nuestra
puedo destruir…

Telones que se abren
sin temor a la vergüenza;
estiban un rugido en mi garganta
y estiban una garganta en mi rugido,
roído, absuelto y disuelto.

Payaso, no murás;
ofrezco mi vida
A cambio de la tuya