jueves, 23 de diciembre de 2010

22 de diciembre 2010, La Maison Maya, 8:30 PM

INTRO?
D: Y entonces, ¿cómo le vamos a hacer?
G: Mirá, Darío, hay que escribir un texto introductorio.
D: Sí, uno que empiece así: “Aderezados con alusiones a Rimbaud y Lautreamont y el dolce stil nuovo del malditismo poético nacional contemporáneo…”
G: ¿No te parece un tanto exagerado?
D: ¿Exagerado? ¿Por qué?
G: Esa parte del malditismo no sé qué putas…
D: No, no me lo parece. Lo dijo un tipo inteligente.
G: Y a vos te gustó cómo sonaba…
D: Suena bonito: dolche stiil nuooovo y, además, aquí todos somos malditos.
G: Pensé que eso era antes, cuando íbamos a Tegus a rumbarle verga a los poetas de allá, que abundaban y atontaban con tanto verso ralo sacado del sobaco. De hecho creí que de esos tales poetas sólo quedaban dos o tres…
D: No hablés muy fuerte, que pueda que aquí haya uno…
G: ¿Creés que Magdiel Midence es un poeta maldito?
-…
G: Compa, no se haga el papo, responda la pregunta.
D: Te voy a contar una anécdota como respuesta. Hace tiempos en un viaje a tegus Magdiel me dio hospedaje. Nos pusimos bien a verga y fumamos demasiada mota y casi nos terminamos agarrando a pija, no recuerdo por qué. Yo y mi novia de aquel entonces tuvimos que dormir afuera de la casa… Hacía mucho frío y nos masturbamos mutuamente viendo a los gatos pasar por la calle, ya empezaba a amanecer. Al rato Magdiel abrió la puerta, salió tambaleandose y se sacó la verga enfrente de mi por aquel entonces novia. Casi nos orina encima. Pareciera que esto no viene al caso pero acordate de lo que hacía Rimbaud. Magdiel es definitivamente maldito, un maldito hijo de put...
G: No, ya hablando en serio.
D: No pues yo creo que sí, cita mucho en latín.
G: ¿Sólo por eso?
D: Y está, claro, el uso de diálogos a lo largo de toda la obra, los cambios repentinos de verso a prosa, el juego, la joda con la estructura, con capítulos con títulos como “otro capítulo”, “siguiente capítulo”, “capítulo cualquiera”… El juego con el mito de Pan, la sexualidad en un nivel salvaje, las drogas, el alcohol, la locura y la poesía como una sola o como sea, mujer al fin y al cabo la muy puta, espejearse con el diablo, la juventud, pues… En fin.
Magdiel Midence está enfermo de literatura, él mismo lo dice. En su obra rondan constantemente las figuras de Pizarnik y Panero…???... La afición por los franceses del siglo XIX, Corcobado y Nacho Vegas, etc., yo quisiera otra cerveza…
G: Yo lo que puedo decir es que todo eso de los poetas malditos ya aburre bastante. No me refiero a Magdiel, por supuesto, pues todavía no sé si es un poeta maldito o no. Esperaremos a leer sus poemas para saberlo. Pero de que los poetas malditos aburren, aburren. Y si no, que le pregunten a aquel poeta que se creía maldito y acabó loco con un porro que mezclaba marihuana con hoja de naranjo seca.
D: ¿Estás diciendo que no se puede ser poeta maldito y marihuanero a la vez?
G: No, estoy diciendo que la mayoría de las veces los porros que te fumás no son de marihuana sino de hoja de naranjo seca. (No es el caso de los porros que te sirven aquí, valga la aclaración).
D: Entonces estás diciendo que los poetas malditos no consumen marihuana sino hoja de naranjo seca…
G: Tampoco. Lo que digo es que todo eso de los poetas malditos es una gran paja. Es como fumarse un porro de supuesta marihuana que en realidad es un porro de hoja de naranjo seca.
D: ¿Vos sabés cómo le llaman en Francia al cuarto de libra con queso?
G: Lo sabía, pero ya no me acuerdo.
D: Ni yo tampoco, por eso preguntaba.
G: ¿Y si le preguntamos a Magdiel?
D: ¿Lo de que cómo le llaman en Francia al cuarto de libra con queso?
G: Nombre, lo de si se considera o no un poeta maldito.
D: Va pue.
G: Magdiel: ¿Sos un poeta maldito o no?
(Magdiel responde)
G: La verdad es que sí leí los textos de Magdiel contenidos en este libro. Quedé desconcertado. Le pregunté a Darío si sabía qué pedo y Darío me dijo que no sabía nada. ¿Sabés algo, Darío? Y Darío responde: nada, nada, nada.
D: ¿Se supone que trata de la locura?
G: Preguntémosle a él.
D: Magdiel…
G: No, esperate. Primero que hable Yorch, el de la boina, el poeta de las causas perdidas, tan perdidas que quiso ir a encontrarlas a un pueblito tico y lo único que encontró al parecer fue un disfraz de pirata. Porque Yorch dice en su blog sobre este libro lo siguiente: “Una de las más honestas reflexiones en la nueva poesía hondureña. Finalmente Tegucigalpa reencuentra su paso en la poesía con una clara sacudida de sus rémoras”. A ver, Yorch, el porqué de estas palabras.
D: Bueno. Pero a mí no se me olvida lo que iba a preguntarle a Magdiel, así que aquí le va: Magdiel: ¿de qué putas trata este libro?
(Magdiel responde)
G: ¿Aclarado el asunto? Si no, pregúntenle ustedes algo, que para eso vino.
(Se esperan las preguntas del público)
D: Mejor que no pregunten nada y que traigan más cervezas.
G: Y que Magdiel empiece, por fin, a leer esos textos reflexivos.
D: Y que siga la fiesta, que para eso estamos aquí al fin y al cabo.
G: No sin antes…
D: No sin antes levantar estas botellas y brindar por…
G: Por Magdiel.
D: No.
G: Por el libro de Magdiel.
D: No.
G: ¿Por qué putas entonces?
D: Bueno, sí, por Magdiel, y por el libro de Magdiel, y por todos nosotros, los del dolce stil nuovo del malditismo poético nacional contemporáneo… Ajúa.
¡Salud!

lunes, 29 de noviembre de 2010

Mi primer publicación individual


Autorretrato de un Payaso Adolescente ya está a la venta en librería Guaymuras, librería Soto, Café Paradiso y Cinefilia.

martes, 2 de noviembre de 2010

Las Voces de Mis Estados

Allí estaba él; sangraba agonías y enseñándoles a comer a mis escorpiones.
Allí estaba él con mi odio;
Hablando de ciencias del dolor y cosas podridas que me obligaban a vomitar en el rostro de lo cotidiano.

Aquí está: Es un verso gigantesco y agresivo
Maldito asesino de los tiempos…

Este es mi cuerpo me dijo, recordá mi nombre para siempre:
Leopoldo María Panero/
“Me celebro y me odio”

domingo, 12 de septiembre de 2010

Probá con cianuro entonces

Es difícil con barbitúricos:
hoy no recuerdo lo de ayer
y oigo la canción que bailaba ella;
“pero que mal, fatal…”
la vida pasa factura
y no es justa…

“Esto es cosa de locos”

Cortate la garganta,
pero el amor no es sensato;
es difícil con barbitúricos.

Hoy nada es importante;
¡Por qué putas me lo reprochás!

Nadie lo supo
hasta que lo recogieron vacío;
ella es una teoría.

“Esto es cosa de locos…”



Hola Felipe

“Yo soy Felipe, no tengo alas, pero llevo una pluma en el zapato”
-Magdiel Midence-

¿Sabés?
No sé si hay marcha atrás,
somos demasiado distintos;
fracaso hasta con la vida;
hemos probado el sexo juntos
y nunca he podido darle un orgasmo.

Es mi único amor…
antenoche fui tras ella
y se me escondió…

Mi cama es una orgía de recuerdos;
Mañana, es lunes de nuevo.




Vayan y cuenten a todos; lo que ha sucedido


“Dylan es dios y dios no toca el puto piano…” -Joaquín Sabina-

Sé de una vez
y por todas
que el cielo es de los que lo arrebatan;
Dylan finge ser dios;
habemos pocos…

La existencia causa una hemorragia de poetas
en el culo de la estupidez…

Vení, chupala;
es buena para las muelas picadas,
mi dios hace tortillas,
con sus demonios…

Mi dios hace tortillas;
Y Dylan sólo tocó el piano esa vez;
Es que no es dios;
Habemos pocos…


Ser


Imaginense la trasgresión de universos;
Arroz chino en la freidera;
Muero de asco…

Y noten su destripado color de absurdidez,
Oblíguenlo a decirlo,
Soplen la puntita viril de su tinta;
Omitan su nombre
Y será peligro en sus ojos…

Jesús, mi hermano,
Excitado de ansiedad;
Sumergite en su dolor:
Un día serás como él;
Inalienable;
Sufrí de él (maldita sea)

¿Y? No jurés en vano; bajo su nombre.




Miedo

Siento miedo,
miedo,
a cosas olvidadas bajo los colchones;
inmundicia de la soledad,
miedo;
cadáver triste
de mis quehaceres;
paranoia mal viviente,
de fechas reconstruidas
a la hora de dormir.

Siento miedo,
miedo;
poesía engavetada
en los compartimentos de la vergüenza.

Miedo;
flores de metal
y fragancias mecánicas.

Judas, hizo el amor con mis verdugos…
Ahora; mi realidad es otra.



Buen día Querido Mundo

El violin de Itzhak Perlman,
el sabor a fruta fresca del rocío;
luego un poema de Sabines en mi garganta,,,

¿Para qué quiero a dios?
¿Para qué llorar por amor?

Si yo soy aquel
y tengo a quien…

ustedes;
hermanos míos
comprenderán mejor que yo
que hay que amar al prójimo
pero suele pasar que algunos
lo hacen de la manera más puntual,
y nos vamos en la corriente
del corriente sabor a carne.

“Caballitos de Anis”

Me pregunto quién es peor:
usted por ponerme atención o…
yo por ser tan cínico.



El suicidio del ángel Felipe


I
Niños mutilados
corren a mi alrededor;
mientras se apagan
los faros de la existencia

Tom Waits,
ruge en la mano del Poeta.

Alicia encadenada,
el aullido de Gingsberg;
he perdido mis vidas
jugando al amor…

He forzado en demasía
tu hemorragia de palabras;
me río de las putas tristes.



II
El ángel de la guarda;
No tiene alas,
Pero,
lleva una pluma en el zapato…

El cielo y la tierra sufren;
lloran de absurdidad
y estos cuerpos maltratados
se revientan;
flatulentos de miseria.

Me he rendido algunas veces,
se ha rendido,
Sin embargo estoy de pie;
esto duele.



III
Se siente el sabor en el aire;
aquí están tus manos de poeta;
marchitas…

Aquí está Alejandra,
viéndote huir;
Fuimos amantes en algún tiempo
-dice-
fuimos amantes…

Flores y muerte
les costuramos en la espalda,
maldita es;
Ezra, la vio alejarse.




IV

Mirá vos:
a que hora vengo
y te conozco.

No tengás miedo,
el tiempo no se puede detener…

ahora ya estoy hundido entre tus vísceras:
acariciándote;
no me preguntés el porqué
de mi fijación con tus pies…

Podría enamorarme de vos –en teoría jaja-:
soy un animal o un ser divino;
Felipe, mucho gusto…

Sí, si me gusta Caballitos de Anís






V
Nada más Real

Yo a diferencia tuya escribo
y convierto en redoble mi agonía,
yo a diferencia de ellos hago mi cuerpo
en un mar de carne pútrida;
a diferencia de ustedes
hablo en primera persona.

Sé que nada hay en mi cadáver
pero a diferencia nuestra
puedo destruir…

Telones que se abren
sin temor a la vergüenza;
estiban un rugido en mi garganta
y estiban una garganta en mi rugido,
roído, absuelto y disuelto.

Payaso, no murás;
ofrezco mi vida
A cambio de la tuya